miércoles, julio 21, 2010

Quinquela Martin - El hijo del carbonero

Quinquela_Martín_en_su_estudio El 20 de Marzo de 1890 fue dejado a las puertas de la Casa de Expósitos de le Ciudad de Buenos Aires un niño que se suponía había nacido una semana antes. Su primer nombre fue en razón de ser bautizado el día de San Benito Abad, el 21 de marzo. Su nombre completó el Benito, con un Juan y un apellido por azar: Martín. Algunos historiadores indican que fue abandonado con una nota que decía que su nombre era Benito Juan Martín y por razones obvias evitaba el apellido. Quiso la practicidad, entonces que su tercer nombre tomara ese lugar vacío.
Como sea, siete años vivió con los expósitos y se acercaba la fecha de abandonar la institución.
El 16 de noviembre de 1897 es adoptado por la pareja formada por Manuel Chinchella (Genovés de Nervi), un exitoso carbonero de la zona de La Boca, que tenía su negocio en Irala entre Olavarría y Lamadrid, y quién gracias a lo indispensable que resultaba el uso del carbón, gozaba de un muy buen pasar; y Justina Molina (Entrerriana de Gualeguaychú con ascendencia india), la nueva madre que lo cuidaría desde ese momento en aquella efervescente, agitada y cosmopolita  Boca del Riachuelo.
Su nombre Benito Juan Martín perdió de repente el Juan y adoptó el apellido de su padre  adoptivo en su lugar, así pasó a llamarse Benito Chinchella Martín y el finalmente conocido y alterado nombre Benito Quinquela Martín
Sólo cursó dos grados de primaria durante tres años en la Escuela Berutti, dirigida por el dramaturgo José Berutti, ubicada en la calle Australia (hoy Quinquela Martín) 1081, donde aprendió a leer, dibujar, sumar y restar, para luego dedicarse a vender carbón en el barrio y hacer dibujos con ese material fuente de toda mancha.
A los quince su padre lo llevó a trabajar al puerto, en la descarga de carbón donde dada su figura tan poco apropiada para la tarea fue apodado "El Mosquito".
A los diecisiete años se anotó para estudiar dibujo y pintura en el Conservatorio Pezzini Sttiatessi con el maestro Alfredo Lázzari.
Completó su educación básica en forma autodidacta asistiendo a la biblioteca del Sindicato de Caldereros.
A los veinte años expone por primera vez en la Sociedad Ligure de Mutuo Socorro. En 1912 se le diagnostica tuberculosis y va a recuperarse a Córdoba de donde regresa curado y con la firme convicción de que, tal como decía Rodín, debía reflejar únicamente la vida y su ambiente, pintando su aldea: La Boca del Riachuelo.
Veamos unas pocas imágenes de su extensa obra pictórica.
Efecto de sol
efectodesol1944 Impresión
impresion1923 Arroyo Sarandí
arroyosarandi1953Día de trabajo en La Boca
165368_293 La hora lahoraazulBarcas en el Riachuelo
barcasenelriachuelo16337 Día luminoso
dialuminoso68-01 Impresión de sol
impresiondesol1915 Isla Maciel
islamaciel1916 Llegada de los veleros
llegadadelosveleros1955
Su vida es un claro ejemplo de superación personal. Un hombre grande desde las pequeñas cosas. Un ser humano invencible, que supo trascender todas las barreras y llegar con su arte a movilizar los sentimientos de propios y extraños. Un hombre y un artista que conmovió a un barrio, un país y una era.
Fundador de escuelas, museos y hospitales, el artista, el expósito, el autodidacta, llamado Chinchella el hijo del carbonero, tiene un lugar permanente en el corazón de todos los argentinos.
Les dejo dos enlaces, uno a una Biografía muy bien estructurada y otro a una Galería de imágenes de este gran artista.
Espero lo hayan disfrutado tanto como yo.
Chau.
BiografiaGaleriaFirmaimagenespararecordar

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El artículo Quinquela Martin - El hijo del carbonero fue publicado por OPin el miércoles, julio 21, 2010. Esperando que le sea de alguna utilidad o interés. Gracias por su visita y no olvide dejar su comentario antes de partir. Hasta el momento hay 4 comentarios: en el post Quinquela Martin - El hijo del carbonero

4 comentarios:

  1. Impresionante!!

    No lo conocía, pero eso es porque no conozco mucho de arte, sólo lo que voy encontrando y que me conmueve.
    Aprovecho el comentario para decirte que me gustaron mucho las pinturas de Orlando Daniel Pin, pero no vi dónde comentar. Por otro lado, no me abre la ventanita para comentar en De Letras y Colores, no sé si será que mi conexión es muy lenta, probaré mañana desde el trabajo :-)

    Gracias por el comentario sobre mi blog, me ha dado mucho placer.

    Besos y felicidades por tanto trabajo bloguístico!!

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  2. Maga de Lioncourt: Me alegra tu visita y que te agrade lo que por aquí presentamos.
    Debo verificar lo de De Letras y Colores pues debe abrir en una nueva ventana al pie del post. Lo he probado y funciona, te debería aparecer una imagen celeste con un faro flotando en el cielo.
    Lo de Orlando Daniel Pin debe ser porque es muy vergonzoso y no dejó habilitados los comentarios.
    Un gran abrazo.

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  3. buenisimo me re sirve =)

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